CHANA MASALA (Garbanzos al curry)

 Lo primero que hago es saludaros, que ya hace tiempo que no paso por estos andurriales, siempre suelo tener temporadas de subir muchas recetas seguidas y temporadas de secano, las circunstancias de la vida son las que me marcan el ritmo.

También voy de un tipo de recetas a otras, por intentar que el blog tenga un poquito de todo, pero a mi bola, es decir, sin orden ni concierto. La receta que os traigo hoy creo que la puede comer casi todo el mundo, ya que no tiene gluten y es apta para veganos y vegetarianos. Es un plato sencillo de hacer, lo más difícil que tiene es encontrar ciertos condimentos, pero se pueden sustituir por otros que casi todos tenemos en nuestras cocinas, os lo pongo al final.

El chana masala o garbanzos al curry es un plato típico del norte de India, con un sabor cítrico bastante pronunciado, su cocina se caracteriza por platos muy condimentados con sabores fuertes, casi siempre picantes, pero siempre deliciosos. A mi, particularmente, es un tipo de cocina que me encanta, aunque no para comerla todos los días. Y no me extiendo más, os dejo la receta.

Ingredientes:

- 300 gr de garbanzos cocidos

- 1/2 cucharada de ghee (mantequilla clarificada)

- 1 tomate grande

- Sal a gusto

- 1 cebolla roja (si no tenéis usad una normal)

- 3 o 4 chiles verdes (podéis usar cayenas si no tenéis)

- 1/2 cucharadita de semillas de comino

- 1 cucharadita de jengibre rallado

- 1 palo de canela

- 2 vainas de cardamomo

- Una pizca de Asafétida (También llamado Hing)

- 1/4 cucharadita de cúrcuma

- 1/2 cucharadita de curry en polvo

- 1/4 cucharadita de comino en polvo

- 1 cucharadita de chile rojo en polvo (Podéis usar cayena en polvo)

- 1/2 cucharadita de pasta de tamarindo

- 1/2 cucharadita cilantro en polvo

Elaboración:

* La noche anterior ponéis los garbanzos a remojo en agua caliente con sal, no os olvidéis. La receta se puede hacer con garbanzos ya cocidos, pero yo prefiero hacerlos.

* Escurrís los garbanzos y los laváis debajo del grifo. Ponéis una cazuela con agua suficiente para cubrirlos y cuando empiece a hervir, añadís los garbanzos, es la única legumbre que se pone a cocer con el agua caliente.

* Cuando estén cocidos, reservad un poco de agua cuando los escurráis.

* En una sartén ponemos el ghee a derretir, y añadimos las semillas de comino y rehogamos a fuego medio.

* Añadimos el palo de canela y las vainas de cardamomo y vamos rehogando para que se impregnen todos los sabores.

* Picamos la cebolla finamente y añadimos a la sartén junto con los chiles verdes y el jengibre rallado hasta que la cebolla esté transparente.

* Agregamos la asafétida, sal al gusto y el resto de especias.

* Es el turno del tomate, bien picado o rallado si preferís y dejamos que se cueza a nuestro gusto, yo lo dejo hasta que está como una salsa de tomate.

* Podemos triturar dos o tres cucharadas de los garbanzos cocidos para dar mas contundencia a la salsa.

* Echamos en la sartén los garbanzos, el puré de garbanzos (si optamos por usarlo) y dos o tres cucharadas del agua de cocerlos y removemos bien, con cuidado de no machacar las legumbres.

* Echamos más agua, si queremos que estén más caldosos y la pasta de tamarindo y dejamos cocer unos pocos minutos.

* Presentamos sin nada o con hojas de cilantro fresco. También le podemos añadir cebolla picada, al gusto de cada uno

ESPERO QUE OS GUSTE!!!

NOTAS

ASAFÉTIDA:  Proviene  de la resina de la raíz de un tipo de hinojo gigante, crece principalmente en Afganistán y el norte de Irán y se suele mezclar con harina de arroz o trigo. Es un sustituto de la cebolla y el ajo para quien sigue un estilo de vida yóguico, o para quien no le sientan bien los efectos secundarios del ajo y o cebolla. 

¿Cómo sustituirlo?

Por cebolla o ajo en polvo

PASTA DE TAMARINDO:  Es un concentrado preparado con la pulpa de un fruto llamado tamarindo de origen tropical. Tiene un sabor ácido y con un punto dulce una de sus dos variedades (la otra variedad es dulce y se come como cualquier fruta) que es la que se utiliza en cocina.

¿Cómo sustituirlo?

Por una cucharada de zumo natural de limón y una cucharadita de azúcar