Comportamiento en la mesa

NORMAS DE COMPORTAMIENTO A LA MESA

No se apoyan los codos en la mesa, se apoyan los antebrazos (no podemos confundir la mesa de un comedor con el pupitre de un colegio).
Las manos siempre sobre el mantel, nada de manos escondidas debajo de la mesa sobre las piernas (y mucho menos sobre la pierna de la vecina, especialmente si no es su mujer).
La espalda recta, pero con naturalidad: ni encorvados, ni tampoco dando la impresión de estar escayolados.




Hay que comer al mismo ritmo que el resto de comensales: ni muy rápido (no hay un premio para el que termine primero), ni muy lento (que hagamos esperar al resto de invitados).
Si el invitado necesita algo, se dirigirá a la anfitriona (nada de pedirlo directamente al servicio).
Cuando se come se hace con la boca cerrada y haciendo el menor ruido posible (no se puede montar un escándalo con el traqueteo de las mandíbulas).
En la comida no se fuma (de hecho, en la mesa no se ponen ceniceros hasta que se sirve el café).
Si ocurre una "catástrofe" en la comida (copas derramadas, platos rotos, etc.) el invitado se debe disculpar y hacer ademán de ayudar. Los anfitriones quitarán importancia a lo ocurrido y no permitirán que el invitado se ponga a recoger los destrozos (llamarán al servicio o ellos mismos lo harán personalmente).
No se debe mojar pan en la salsa: por muy rica que pueda estar trate de evitar esta tentación.
Se ha clavado una espina en la boca: que no cunda el pánico: se tapa la boca con una mano o con la servilleta y con la otra discretamente se saca la espina y se deposita en el plato (nada de enseñarla al resto de comensales como si fuera un trofeo de caza).
Nada de hurgar con un palillo en los dientes: el único calificativo que se le podría dar a esta costumbre es el de ESPANTOSA.
C.- Colocación de utensilios
Vamos a ver en esta lección como se utiliza adecuadamente la servilleta y los cubiertos.
Servilleta
Ya hemos comentado que al poner la mesa la servilleta se coloca sobre el plato o a su izquierda, bien en forma de triangulo o de rectángulo.
¿Cómo se utiliza la servilleta?
Cuando nos sentamos en la mesa debemos colocar la servilleta sobre las piernas.
La servilleta se utiliza únicamente para limpiarse los labios, discretamente, antes y después de beber.
Una vez que termina la comida, se coloca la servilleta a la derecha del plato de una manera informal: nada de doblarla con esmero como si no se hubiera utilizado (aunque tampoco se trata de dejarla hecha un "barullo").
Cubiertos
A la hora de utilizar los cubiertos hay que seguir una serie de reglas:
Los cubiertos van a la boca y no la boca a los cubiertos, por tanto, cuando se come hay que mantenerse recto, todo lo más ligeramente inclinado hacia el plato, y con los cubiertos se llevará la comida a la boca (nada de acercar la cara al plato).
Los cubiertos no se cambian de mano: la cuchara , el cuchillo y la pala de pescado se cogen con la derecha y el tenedor con la izquierda. Tan sólo, a veces, el tenedor (cuando se utiliza como si fuera una cuchara, por ejemplo con guisantes) se coge con la mano derecha.
El cuchillo nunca se mete en la boca: terminantemente prohibido ya que puede ser peligroso.
La cuchara se introduce en la boca por la punta, no por un lateral.
Cuando se está masticando o hablando los cubiertos se colocan sobre el plato en forma de cuña, lo que indica que todavía no se ha terminado.
Cuando se termina se dejan los cubiertos en paralelo y perpendicular a la mesa.
D.- Temas de conversación
La mesa no es sólo un lugar para disfrutar de una exquisita gastronomía sino que es, y muy especialmente, un lugar de encuentro social donde la conversación juega un papel de primer orden.
En este sentido, en la mesa hay que respetar unas reglas básicas:
No se habla nunca con la boca llena (terminantemente prohibido).
Hay que participar en la conversación, sin tratar de monopolizarla.
El invitado debe permitir al anfitrión un cierto protagonismo.
Es importante saber participar en la conversación sin retrasarnos en la comida (que no nos tengan que esperar luego a que terminemos el plato).
Hay que conversar con los distintos comensales que nos rodean: no se puede uno limitar a hablar con uno de ellos ignorando al resto (por muy aburridos que nos resulten).
Hay temas "tabú" que se deben evitar.
Entre otros:
Política Fútbol Religión Sexo
No se debe prolongar una conversación en la que hay comensales que, por desconocimiento, no pueden participar.
La conversación debe ser variada, dando oportunidad a todos los invitados a participar.
El anfitrión debe jugar aquí un papel principal, proponiendo nuevos temas que tratar cuando la conversación vaya decayendo.
Si hay algún comensal poco participativo, el anfitrión debe proponer algún tema que de a este invitado la oportunidad de integrarse en la reunión.
La mesa no es un lugar para discutir, por lo que hay que evitar entablar disputas, siendo deber del anfitrión cortarlas del modo más educado posible.
Tampoco es la mesa el lugar para hablar del trabajo, dejando a muchos invitados totalmente fuera de juego.
E.- El vino
Un buen vino es el complemento necesario de una buena comida, por tanto, no se puede escatimar a la hora de elegir el vino que se va a servir en la mesa.
La buena educación exige tener unos conocimientos mínimos de vino, aunque llegar a ser un experto es realmente complicado y muy pocos pueden presumir de serlo.
No obstante, hay que conocer al menos unas normas mínimas:
El vino será catado por el anfitrión, aunque éste puede ofrecer dicho honor a un invitado que sea entendido.
Catar el vino exige cierta ceremonia: mover la copa y elevarla para apreciar el color; acercarla a la nariz para disfrutar su aroma y beber un ligero sorbo para disfrutar su sabor.
El invitado que cata el vino sólo en casos extremos (cuando aquello sea puro vinagre) podrá hacer, con educación,  una observación al anfitrión, pero nada de escupir el vino, haciendo aspavientos y gritando ¡¡¡ nos han querido envenenar!!!!
El anfitrión es el encargado de servir el vino.
El vino se sirve con la mano derecha (algunas personas piensan que trae mala suerte hacerlo con la mano izquierda).
Si un camarero sirve el vino lo hará por la derecha del comensal (al contrario que la comida, que se sirve por la izquierda).
Cuando se sirve el vino no se apoya la botella sobre el borde de la copa (la botella podría estar algo sucia).
La copa se llena hasta la mitad aproximadamente (nunca hasta el borde como si fuera un vaso de agua). La mitad libre de la copa permitirá que se concentren los aromas y poder disfrutarlos con el olfato.
La botella se puede dejar en la mesa, aunque es mejor colocarla en una pequeña mesa auxiliar. Los vinos que se sirven frío se mantendrán en un recipiente con hielo, pero a la hora de servirlos nada de reliarlos en una servilleta blanca (hasta ahí podríamos llegar).
Antes y después de beber, hay que limpiarse los labios con la servilleta.
Cada comida exige un vino determinado que habrá que conocer. En todo caso, los vinos se sirven siguiendo un orden:
El blanco y el rosado se sirven antes que el tinto.
Los vinos hay que servirlos a determinadas temperaturas:
El blanco y el rosado se sirven fríos (unos 10º).
El jerez, la manzanilla, y el cava también fríos (5º / 10º).
El tinto a temperatura ambiente (unos 20º).
Si alguien no quiere beber vino (él se lo pierde), se le ofrecerá agua, pero nunca un refresco (sería una afrenta a la anfitriona que ha preparado un suculento banquete).

(bodasreales.hola.com)

Comentarios

  1. Información muy interesante y más hoy en día que da pena cómo come la gente por ahí. Me parece que hay pocas madres tan pesadas como yo y eso que hoy me has enseñado unas cuantas "normas" más... mis hijos te lo agradecerán, jejeje. Muchas gracias por compartirlo. bsts, feliz domingo y hasta la próxima. Anna

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  2. bufff que complicado...sobre todo lo de hablar sin la boca llena jajajajaja....MUYY INTERESANTE.

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