Pechugas de pollo en escabeche

 


Ya estamos con los calores y hay que buscar opciones frescas para comer, los escabeches son una opción maravillosa, y tienen la ventaja de poder preparar en cantidad y tener para varios días ya que el escabechado no es más que una técnica de conservación para que la comida se mantenga en buenas condiciones durante más tiempo. Esto lo consigue el vinagre que lleva la preparación ya que aumenta la acidez del producto y reduce la probabilidad de que aparezcan bacterias así como la reproducción de gérmenes patógenos.

Echando la vista atrás en el siglo III ya usaban esta técnica los romanos, aparece reflejado en el cuento de Las Mil y una Noches, en donde se hablaba de guisos de carne con vinagre y otros ingredientes. También era común elaborarlos en las épocas en las que no existían las neveras ni otros modos de refrigerar los alimentos, así que se usaba sal, algún medio ácido como el vino y el vinagre, con el fin de darles más durabilidad a los víveres. 

Se pueden escabechar un montón de alimentos, perdices, pavo, o atún entre otros. Y me pongo ya mismo con la receta.

INGREDIENTES: 

- 4 pechugas de pollo enteras

- 2 o 3 cebollas, dependiendo del tamaño

- 2 zanahorias

- Un puñadito de granos de pimienta negra (unos 30 más o menos)

- Una rama de tomillo (o tomillo seco si no tenéis)

- 5 dientes de ajo

- 4 hojas de laurel

- 1 vaso de aceite de oliva de 0,4º de acidez

- 1 vaso de vinagre de vino blanco

- 1 vaso de vino blanco o jerez seco que le da mejor sabor.

- Sal, pimienta y aceite de oliva

ELABORACIÓN:

* En la cazuela que vayáis a hacer el guiso, cubrir el fondo con un poco de aceite de oliva.

* Salpimentar las pechugas y freír en la cazuela hasta que estén doradas. Reservar.



* Cortar las cebollas en juliana y las zanahorias en pluma (finitas a lo largo). Hay quien corta las zanahorias en rodajitas, así que como más os guste. Picar los dientes de ajo. Añadir a la cazuela a fuego medio y sofreír una media hora más o menos.



* Añadir a la cazuela, los granos de pimienta, el laurel y el tomillo y dar una vuelta a todo.



* Agregamos los líquidos: vino, vinagre y aceite y dejamos a fuego lento durante una hora u hora y media. Probamos de sal porque seguro que hay que añadir un poco.



* Metemos las pechugas en la cazuela y dejamos unos treinta minutos más o menos, a fuego lento para que acaben de hacerse, dándoles la vuelta de vez en cuando.



* Una vez hechas, dejamos enfriar por completo y las guardamos en una tartera en la nevera. Lo ideal es dejarlas reposar un par de días para que se impregnen bien de todos los sabores. Después las cortamos en rodajas y las acompañamos con lo que nos apetezca.








ESPERO QUE OS GUSTE!!!


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