A 39º y con más moral que el alcoyano encendí el horno porque yo soy así, de repente se me viene una receta a la cabeza y la tengo que hacer, además me solucionaba la cena aunque la cocina estuviese a temperatura de sauna. Estos panecillos se pueden comer solos o rellenos de lo que más os guste y son tiernos, tiernos y deliciosos. Vamos a ello. INGREDIENTES: Para la mantequilla de ajo y hierbas: - 6 cucharadas de mantequilla sin sal - 3 dientes de ajo prensados - 4 cucharadas de hierbas al gusto, puede ser una sola o mezcladas, yo eché perejil, albahaca y tomillo Para la masa: > 250 ml de agua templada (a unos 45º más o menos) > 2 cucharadas de azúcar > 2 cucharaditas de levadura seca de panadería > 3 cucharadas de la mantequilla de ajo y hierbas > 125 ml de leche templada > 380 gr de harina de todo uso > 1 cucharadita de sal > 1 huevo batido con unas gotas de agua > Sal Maldon (opcional) ELABORACIÓN: Lo primero que vamos a hacer es la mantequilla, para ello

Os confieso un secretillo, el viernes pasado me hicieron una intervención en la boca y no puedo comer más que purés, gazpachos, … en fin, cosas blandas como los bebés. Yo que soy de buen comer, aunque tampoco coma cantidades astronómicas, ando un poquito aburrida del tema y deseando que llegue el día en que pueda hincar el diente de nuevo 😅😅 y me acordé de esta receta fresquita que tampoco necesita ser masticada, así que la hice y comí algo mejor. ¿Por qué lo llamo a la carta? Porque tiene infinidad de posibilidades dependiendo o bien de los gustos o bien de lo que tengamos en nuestra despensa, y también depende de los comensales, por ejemplo yo hubiese añadido cebolla muy picada y aceitunas pero a uno de mis hijos no le gustan ninguna de las dos cosas, el otro me reclamaba la cebolla, ya sabéis que en las familias no nos solemos poner de acuerdo en estas cosas y hay que intentar cuadrar la comida para que les guste a todos. Así que yo os digo lo que pude añadir pero dejad volar la i

Ya hemos sufrido y aún estamos en ello, la primera ola de calor de este verano 2022 y hay que refrescarse como se pueda. Vale, que no os vuelvo a contar que el calor y yo somos enemigos, NO LO SOPORRRRRRRRTO. Este año las recetas de helado van sin heladera que ya os dije que con el cambio de casa no me cabe la de la Kitchen Aid en el congelador, que es muy grande, pero que tampoco es imprescindible, sólo hay que estar pendientes de removerlo de vez en cuando para que quede mantecado. Hoy me levanté pronto porque tenía calor, así que me puse a hacer este helado, que los arándanos los había comprado hace un par de días y no era cuestión de que se estropeasen, y aunque el calor me aplana siempre ando por la cocina a pesar de los pesares, hasta tuve la osadía de encender el horno para hacer un pollo tandoori, preferí eso que encender la barbacoa y hacerlo en la calle con el calor insoportable que tenemos, pero vamos con la receta que es a lo que hemos venido. INGREDIENTES: - 3 huevos - 50

  Todos sabemos que el perejil dura poco, se estropea rápido. Hay un pequeño truco con el que dura un poco más y es colocarlo en un vaso con agua y meterlo en la nevera, pero aún así... Yo siempre planto hierbas aromáticas en mi casa y como las mimo mucho, se ponen frondosas y estupendas, así que las aprovecho para cocinar con hierbas más frescas, imposible, y aún me quedan para ir cortando y congelar y así darles la oportunidad para que sigan poniéndose preciosas. Hay infinidad de hierbas y hortalizas que aguantan maravillosamente la congelación sin perder sus propiedades, las aromáticas las podemos congelar en ramas, en hojas o picadas para ya tenerlas listas para usar, lo único que hay que hacer es limpiarlas a conciencia, secarlas y ponerlas extendidas en bolsas de congelación, aguantan unos ocho meses sin problemas. Las aromáticas se congelan directamente sin blanquear, al igual que la cebolla, la cebolleta, el ajo y el pimiento. Lo mismo ocurre con el jengibre y la cúrcuma. Hay o

  Ole, ole y ole que ya llegué a la entrada número 400. SUUUUUUUUUUU!!! Veranito caluroso, que me traes por la calle de la amargura aunque no estés en tu máximo apogeo, vamos que aún ni llegaste y ya te estoy temiendo. soy de frío, de mantas en la cama, de café caliente, de jerséis suaves (aunque rara vez los use, soy más de manga corta y chaquetón), de mirar la lluvia a través de los cristales... Pero hay algo que no me gusta del otoño e invierno, tenemos menos horas de luz y eso me da un toque de melancolía. ¡Madre mía, que hoy me levanté romántica! Vamos a refrescarnos con un sorbete acidito, porque ya os digo de antemano que tiene una acidez maravillosa, y lo voy a hacer sin heladera, primero porque la tengo aún en la otra casa y segundo porque aunque tengo dos congeladores son pequeñitos y no me cabe dentro porque ocupa lo suyo. Vamos que te facilita la labor de hacerte la mezcla más cremosa, pero tampoco es imprescindible, no nos vamos a engañar. INGREDIENTES: - 120 ml de agua -