De vez en cuando mis chicos me lanzan un reto y este es uno de ellos. Lo vieron en Instagram y me propusieron hacerlo, y como no les digo que no a casi nada, me puse manos a la obra. No es un plato de alta cocina ni de cocina tradicional, es una marranadita de esas que les gustan a los jóvenes, dicho con todo el cariño.  La receta es de ismaelcocinillas, la cuenta la podéis encontrar en IG como ya os dije por ahí arriba. Es un muchachote que hace recetas un poco locas y que tiene un montonazo de seguidores, así que no lo hace nada mal, no... Y vamos con la receta, por si os apetece esta locura, a la que yo he bautizado como me dio la real gana porque él lo  llama "fritas de pollo doritos", aunque usa ternera en la elaboración. INGREDIENTES: - Carne de ternera picada. La cantidad que queráis, yo usé casi 600 gr - Un puñado de queso cheddar rallado (yo lo sustituí por mozarella, porque a uno de mis hijos no le gusta el queso, y este no sabe a nada) - Una bolsa de doritos tex

  Aprovechando que abrí una botella de vino para hacer la mermelada y dado que en casa nadie lo bebe, aproveché para hacer una ternera asada al vino tinto. Normalmente la receta la hago con redondo de ternera, pero tenía una tapa rellena de ciruelas, piñones y pistachos y esta vez la hice con esto. Es una receta muy sencilla y que lleva muy pocos ingredientes, solo hay que darle tiempo y un poco de mimo para que salga perfecta. INGREDIENTES - 1 kg de redondo de ternera - 1 cebolla - 2 o 3 zanahorias - 1 vaso de vino tinto de buena calidad - Sal y pimienta - Aceite ELABORACIÓN * Le pedimos al carnicero que nos bride la carne si no sabemos hacerlo. * Ponemos aceite en el fondo de una cazuela y sellamos el redondo por todos lados, hasta que la carne esté dorada. * Picamos la cebolla, pelamos y cortamos las zanahorias en rodajas y añadimos a la cazuela. * Añadimos el vaso de vino y tapamos. Dejamos la cazuela a fuego medio durante una hora aproximadamente. Iremos girando la carne cada diez

  Vaya, que esta receta aún no estaba aquí... La he hecho ya varias veces, sobre todo en ocasiones en que tengo invitados o en Navidad. Es de Bodegas Franco Españolas y el resultado está buenísimo para acompañar a unos ricos entrantes o para más cosas. La mermelada se puede hacer con vino blanco o tinto, la verdad es que yo siempre la he hecho de tinto, algún día probaré con el blanco. Eso sí, no me uséis un vino de brick o de los de cocinar, cuanto mejor sea el vino, mejor será el resultado, que tampoco hace falta ir a un Vega Sicilia pero sed generosos y usad al menos un crianza de la región que más os guste. Yo no soy entendida en vinos y tampoco lo suelo beber, salvo ocasiones. Mi marido sí que era un apasionado de los buenos caldos y aún me quedan botellas de las suyas, así que lo poco que se es de los treinta años que estuve a su lado. En esta ocasión cogí la primera botella que encontré, un crianza de Ribera del Duero pero de 1999, así que de crío ya tenía poco, de hecho lo tuve

A 39º y con más moral que el alcoyano encendí el horno porque yo soy así, de repente se me viene una receta a la cabeza y la tengo que hacer, además me solucionaba la cena aunque la cocina estuviese a temperatura de sauna. Estos panecillos se pueden comer solos o rellenos de lo que más os guste y son tiernos, tiernos y deliciosos. Vamos a ello. INGREDIENTES: Para la mantequilla de ajo y hierbas: - 6 cucharadas de mantequilla sin sal - 3 dientes de ajo prensados - 4 cucharadas de hierbas al gusto, puede ser una sola o mezcladas, yo eché perejil, albahaca y tomillo Para la masa: > 250 ml de agua templada (a unos 45º más o menos) > 2 cucharadas de azúcar > 2 cucharaditas de levadura seca de panadería > 3 cucharadas de la mantequilla de ajo y hierbas > 125 ml de leche templada > 380 gr de harina de todo uso > 1 cucharadita de sal > 1 huevo batido con unas gotas de agua > Sal Maldon (opcional) ELABORACIÓN: Lo primero que vamos a hacer es la mantequilla, para ello

Os confieso un secretillo, el viernes pasado me hicieron una intervención en la boca y no puedo comer más que purés, gazpachos, … en fin, cosas blandas como los bebés. Yo que soy de buen comer, aunque tampoco coma cantidades astronómicas, ando un poquito aburrida del tema y deseando que llegue el día en que pueda hincar el diente de nuevo 😅😅 y me acordé de esta receta fresquita que tampoco necesita ser masticada, así que la hice y comí algo mejor. ¿Por qué lo llamo a la carta? Porque tiene infinidad de posibilidades dependiendo o bien de los gustos o bien de lo que tengamos en nuestra despensa, y también depende de los comensales, por ejemplo yo hubiese añadido cebolla muy picada y aceitunas pero a uno de mis hijos no le gustan ninguna de las dos cosas, el otro me reclamaba la cebolla, ya sabéis que en las familias no nos solemos poner de acuerdo en estas cosas y hay que intentar cuadrar la comida para que les guste a todos. Así que yo os digo lo que pude añadir pero dejad volar la i