Palmeritas de hojaldre
Otra de esas recetas que pensaba que estaban por aquí y resulta que no era así. Encima es de las que puede hacer absolutamente todo el mundo y, cuando digo todo el mundo, digo todos independientemente de si han hecho algo alguna vez en la cocina o no, porque más fácil no puede ser, sólo hay que saber espolvorear azúcar, encender el horno y lo más importante, NO QUEMARSE. El domingo recordé que se había quedado una lámina de hojaldre por el congelador, fui a por ella y la puse a descongelar porque me apetecieron unas palmeras, que puede que sea porque estuve toda la semana mal y ni comer podía y me debí envalentonar al encontrarme mejor, hasta se me había olvidado casi la sensación de tener hambre, y fui capaz de comerme una lo que fue todo un triunfo y de los grandes, no quise forzar a comer más porque no quería, bajo ningún concepto, volver a tener esos pinchazos horribles en el estómago. Es lunes y sigo estable, pero tengo que ir con cuidadito por si acaso. Vamos con la recetuela P