Hace unos días subí una receta de panecillos de ajo, pero como no a todo el mundo le gusta hoy os dejo una versión más dulce que lleva mantequilla y miel. Os valen para desayunar, merendar o como acompañamiento de las comidas o cenas, ¿Qué mas da que sean un poco dulces?. Que hay que tener valor para encender el horno, pero lo bueno del calor es que las masas levan súper rápido y en menos tiempo del que pensamos los tendremos listos para comer, yo los hice ayer antes de la cena, vale, empecé tarde y cenamos una hora después de lo habitual, pero tampoco teníamos prisa.. Vamos con la recetuela. INGREDIENTES: - 250 ml de agua templadita tirando a tibia - 2 cucharadas de miel de las de sopa -  2 cucharaditas y media de levadura seca de panadería - 125 ml de leche  templadita - 3 cucharadas de mantequilla derretida sin sal - 1 pellizco de sal - 380 gr de harina de todo uso - 1 huevo batido para pincelar, sólo o con unas gotas de agua - 3 cucharadas de mantequilla derretida + 1 cucharada d

  Seguro que no soy yo sola la que les ha repetido a sus hijos hasta la saciedad que los codos no se ponen en la mesa. La educación no es tan estricta como antes, pero a la hora de comer no se pueden dejar atrás ciertas normas de protocolo. Nada tiene que ver con el poder adquisitivo de cada uno es, digamos, una forma de respeto hacia el que comparte mesa y mantel con nosotros, independientemente de si el mantel es de hilo o de papel. A veces nos entran dudas de cómo se come cierto tipo de alimento, ¿Uso las manos, debo usar cubiertos? De esto va a tratar esta entrada. Aunque, como en todo, cada maestrillo tiene su librillo y hasta los expertos en protocolo se llevan la contraria entre ellos. ESPÁRRAGOS: Si van como acompañamiento los comeremos con cuchillo y tenedor. Si los sirven como aperitivo los comeremos con la mano, después de haberlos mojado con salsa, si es que la sirven, pero sólo podremos hacerlo una vez, en cuanto hayamos mordido sería una falta de educación volverlo a hace

  A estas altura de la película seguro que todos sabemos ya que las higueras dan dos frutos al año uno en el mes de junio y otro entre finales de agosto y principios de septiembre, pero no ocurre en todos lo tipos de higueras, sino en las llamadas reflorecientes o bíferas. Yo tengo una higuera de este tipo en mi casa, las brevas ya están listas para ser recogidas, y se ven a la perfección los higos; la breva es el primer fruto que dan y el higo el segundo. Este año ha dado muchísimos frutos, el problema es que hay que andar con ojo porque les encantan a los pájaros y al mínimo descuido no recoges ni una cosa ni la otra, no es la primera vez que me pasa, en cuanto empiezan a estar listas ya no les ves el pelo. Te acercas y en cuanto te oyen salen dos mil pájaros volando, los que se estaban papando la fruta... Hay que ver! Hay personas que cocinan muy bien y no se atreven con los dulces, la verdad es que son pura química, sólo tienes que usar las cantidades exactas de la receta y en el o

Menuda alegría me he llevado al entrar en el blog, ya he superado las 90.000 visitas, ¿Quién  me lo iba a decir a mí? Todo en esta vida es relativo y en mi caso esto es un triunfo, nunca pensé que tendría tanto apoyo, así que MILLONES DE GRACIAS a todos los que en algún momento os habéis asomado a mi rinconcito de recetas. En todas pongo mi cariño e intento buscar un poquito de todo para no quedarme encasillada en un solo tema, por mucho que digan los expertos que es mejor trazar una línea que un alboroto como hay aquí en mi casita, pero el blog refleja un poco mi espíritu de querer probarlo todo... Ya se que hay recetas mejores que otras, que mis fotos son instantáneas hechas con el móvil y sin más edición que la necesaria para ponerles mi marca de agua, porque serán malas y poco artísticas, pero las hice yo y son mis hijitas y lo único que buscan es intentar ayudaros en el paso a paso porque muchas veces vale más una imagen que mil palabras. Y, casualmente, la entrada que tenía prepa

  Ya sólo el nombre es llamativo, la verdad es que no se si las llaman así por el ajo o por las guindillas que lleva la receta, pero tenía que hacerlas. Unas patatas con unos huevos estrellados diferentes. La receta la publicó Oro del desierto en su blog y me la quedé guardada para hacerla en cuanto tuviese ocasión y hoy ha sido el día. Os dejo enlace directo a la receta original: Receta ORO DEL DESIERTO Oro del desierto es una almazara que se encuentra en el Desierto de Tabernas (Almería), yo hace años que descubrí sus aceites y son los que consumo habitualmente, también he comido un par de veces en su restaurante, yo no suelo visitar mucho el sur por el tema del calor, sobre todo en verano, pero tengo pendiente volver con una buena amiga, todo se andará... Aparte de tener un aceite espectacular, son muy buenas personas, da gusto tratar con ellos, la verdad. La receta es sencilla y con un resultado espectacular, fui haciendo fotos según la hacía. ESPERO QUE OS GUSTE!!!

Bueno, bueno, bueno, que esta fruta no me gustaba hace nada y voy cogiéndole el saborcillo poco a poco, no hay como empeñarse en que te guste algo, vas acostumbrando el paladar aunque mis hijos no me crean cuando se lo digo; algo parecido me pasó con el tomate, empecé comiéndolo mezclado con sabores que sí me gustaban y ahora me encanta ya solo. Esta receta es muy versátil porque podemos usar el relleno que más nos guste, quitamos un ingrediente y añadimos otro, etc. Yo los hago la tarde anterior porque me gusta que estén bien fresquitos de la nevera y hago un par solamente porque la única que los come soy yo. INGREDIENTES: - 2 aguacates maduros pero no blandurrios  - 1 lata de ventresca de atún blanco en aceite de oliva - 1 chalota - 1 puñado de gambas cocidas - Sal, pimienta y salsa rosa al gusto NOTA: Ya os dije que podéis añadir los ingredientes al gusto, aceitunas, pepinillos, huevo cocido, pimientos de piquillo, ... ELABORACIÓN: * Partir los aguacates por la mitad, retirar el hue

  La salsa rosa tiene su origen en 1920 y se debe a una de esas casualidades de la vida, como les ocurre a otras recetas. Fue inventada por un brillante científico argentino, Luis Leloir, tan brillante que hasta consiguió un premio nobel. Estaba el buen señor en el restaurante del Golf Club Playa y le trajeron unos langostinos que supongo que había pedido, delante de él tenía dos salsas, mayonesa y tomate y como supongo que ya estaría harto de todo, se le ocurrió mezclar las dos, y... ¡Tachaaaaaannnn! qué bonita salsa de color rosa. Este fue su nacimiento, y se la conocía como salsa golf o salsa rosa. Ahora, como todo, hay diferentes versiones, yo por ejemplo, no le añado coñac como otras personas así puede ser disfrutada por toda la familia. INGREDIENTES Y ELABORACIÓN: Lo primero que haremos será elaborar una mayonesa con nuestra batidora de mano, con los siguientes ingredientes. - 1 huevo - Sal al gusto (con un pellizco es suficiente) - El zumo de 1/2 limón - 150 gr de aceite de oli